Todos hemos usado en algún momento de nuestras vidas algún escarpín, ya seamos amateurs o profesionales. Pero seguro que la inmensa mayoría de nosotros no tenemos ni idea de donde viene esa palabra… su origen es italiano. Y es que en italiano, una «scarpa» es un zapato y, a la hora de decir que un zapato es pequeño, usan el diminutivo «scarpino», así que el significado literal sería «zapato pequeño».
Según nuestra RAE, un escarpín es un calzado ligero y cerrado formado por una sola suela y con una costura. También lo consideran sinónimo de patuco.
Antiguamente ya se usaba
En el renacimiento ya se usaba el término de escarpín en la propia indumentaria habitual de esa época, aunque no se fabricaron para uso deportivo hasta la segunda mitad del siglo XX. De hecho, los escarpines deportivos se fabrican con neopreno y se usan para bucear y para practicar submarinismo, surf o cualquier actividad relacionada con el agua, como barranquismo o rafting, por ejemplo.
¿Cómo son?
Normalmente son muy finos, de alrededor de 3 milímetros, para facilitar el calzado conjuntamente con las aletas o botas encima. También tienen una suelas resistentes a la abrasión por los roces que puede haber y son fabricados de neopreno elástico, ayudando a mantener la temperatura.
Algunos también incluyen poliamida para recubrir el tejido de neopreno y así ofrecer un plus de durabilidad o para añadir color. La poliamida es un material muy resistente a la abrasión y al desgaste.
Existen otro tipo de calzado más adecuados a las actividades acuáticas que requieren suelas más gruesas y cómodas como las aquashoes o zapatillas acuáticas. Se forman por tela mesh para permitir que el agua salga fácilmente y una suela de goma con relieve muy dura que, en función de su grosor, hará que notemos más o menos las piedras al caminar entre rocas.
Estos últimos son más fácil de poner e incluso algunos llegan plantillas. Se suelen usar más para actividades tipo snorkel pero también pueden servir para cualquier momento en el que tengamos que mojarnos los pies y necesitemos algún calzado que se pueda mojar sin problema alguno y, además, ofrezca un punto de agarre para evitar alguna caída.