La primera práctica que todo el mundo realiza cuando se quiere adentrar al mundo del submarinismo en la Costa Brava siempre es el snorkel, porque puedes practicarlo en cualquier playa o cala de nuestra maravillosa costa.
Es perfecto para practicarlo solo o en familia y una actividad ideal para enseñar a los más pequeños el fondo marino, observando una gran variedad de especies diferentes si sabemos en qué lugares buscar.
Lisas
Es uno de los peces más habituales de la Costa Brava, se suele asociar a los puertos pero se pueden ver en mar abierto, donde se alimenta de algas o pequeños crustáceos.
Los colores plateados ayudan a verlos rápidamente porque se rascan en el fondo marino y, al darse la vuelta, se ve perfectamente el destello de luz.
Gobios y blénidos
Podemos encontrarlos pegados a las piedras y se les suele conocer como «moma».
Coryphoblennius galerita
De pocos centímetros de longitud podemos encontrar este divertido pez, con una cresta sobre su cabeza y que puede llegar a alcanzar los 7 centímetros, aunque suelen rondar los 3-4 cm y escondidos entre las piedras.
Sepia
En primavera, es fácil encontrarnos con algunas sepias y puede parecer complicado encontrarlas, pero con práctica sabremos identificar su forma enterrada en la tierra y en las zonas rocosas.
Sabemos que se asustan con facilidad y, en cuanto sepan que su camuflaje no surte efecto, saldrán a toda velocidad. Si buceamos con aletas, podremos seguirlos con cierta facilidad.
Medusas
Aunque todo el mundo huye de ellas, en zonas cálidas podemos encontrarlas fácilmente. Debemos ir protegidos y observarlas a distancia porque son todo un espectáculo. ¿Sabíais que están formadas en un 99% de agua?
Lo mejor es ir bien equipados con un neoprenos para evitar encontronazos desagradables con las medusas.
Como veis, no existe un deporte más accesible y que nos muestre tanta belleza en las playas y calas de nuestra Costa Brava como el snorkel.