Muchas veces nos pasa que, cuando nos decidimos a bucear en la Costa Brava, si vamos acompañados con gente experta, compartimos diferentes trucos para evitar que nuestra máscara de buceo se empañe: Saliva, spray, pasta de dientes, mechero, …. Os los explicamos.
¿Porqué se empañan?
No tiene nada que ver con lo buenas que sean las máscaras de buceo, porque el vidrio es el mismo. Es el proceso que ocurre en el aire al contener vapor.
Si la temperatura aumenta, más vapor de agua puede albergar el aire y viceversa. Por eso al entrar en contacto con una superficie de menor temperatura, se condensa creando las pequeñas gotas que vemos en al empañarse las gafas para bucear, de la misma forma que ocurre con una lata de refresco al sacarla de la nevera.
En las máscaras de buceo, lo que pasa es que nuestra piel transpira continuamente vapor de agua y no se puede evitar y de ahí la condensación constante. Además, es curioso que si son nuevas, aún se empaña con mayor facilidad, por culpa de una película grasa de silicona que colocan al fabricarla para protegerla en su transporte.
¿Cómo evito el empañamiento?
Eliminando primero esa capa protectora lavándola con agua jabonosa, especialmente en la parte interior del vidrio.
Otro método es usando pasta de dientes que no tenga efecto blanqueante, porque tienen partículas abrasivas.
El método del mechero también es muy conocido: Se trata de quema con la llama la capa y es muy efectivo, pero no lo recomendamos por el riesgo de quemar la silicona, dejando totalmente inservible la máscara de buceo.
Para terminar, dejamos la máscara secar y hasta el siguiente uso.
Justo antes de bucear
Mientras sigue seca, aplicamos en la parte interna un producto que disuelva y agregue gotas de vapor de agua condensada y que se suele vender como gel antiempañamiento o podemos usar métodos caseros como nuestra propia saliva, restregar una patata o una manzana.
Dejaremos actuar unos segundos, aclaramos con agua limpia y… ¡a bucear!